BLURADIODIGITAL El llamado retorno a la alegría aún no cuenta con las risas, el correteo y la curiosidad de cientos de niños que todavía permanecen en casa tomando clases a través de la radio, televisión y plataformas digitales.
En una visita realizada por este medio a diversos centros educativos ubicados en el municipio San Antonio de Guerra en Santo Domingo Este, se pudo observar que la asistencia de estudiantes a las aulas era reducida.
En la Escuela Básica Juan Reyes Santana, unos 115 padres firmaron la carta compromiso para que sus hijos acudan a las clases presenciales; sin embargo, solo 13 alumnos se presentaron a la institución educativa.
La maestra Mayinni Santana, de tercer grado, recibió a seis de esos estudiantes, y afirmó que no todos los progenitores aceptaron el llamado de regresar a las aulas. No obstante, se mantiene con la esperanza de ver aumentar la asistencia en los próximos días.
“Lógicamente algunos padres no se sienten seguros, tienen temor de que sus niños se contagien. A medida que vayan pasando los días, pienso que ellos se van a ir integrando”, indicó.
Aunque fueron seleccionados por el Ministerio de Educación (Minerd) para impartir docencia semipresencial, la docente señaló que el citado centro educativo aún no está completamente preparado para acoger a los estudiantes en tiempo de coronavirus. Señaló que la escuela no recibió dispensadores con gel antibacterial y que los baños aún no tienen agua. Asimismo, dijo que no cuenta con televisores, computadores ni otros dispositivos electrónicos para complementar la docencia.
“Nos mandaron jabón, los cuadernillos llegaron ayer, pero no es suficiente porque hacen falta otros instrumentos para poder trabajar”, expresó.
Del mismo modo, la profesora de cuarto grado Eunice Feliz, expuso que las autoridades debieron higienizar el centro para garantizar que los niños se sientan más seguros y “alegres” en las aulas de clases.
“Con el entorno un poquito más acondicionado y bonito ellos se sentirían mucho mejor, pero no cumplieron todo lo que prometieron”, puntualizó.
Revisando el cuaderno de trabajo de una de las estudiantes que permanecen aprendiendo desde casa, la profesora Carmen Escolástico también alzó la voz contra las autoridades, indicando que la escuela tampoco tiene servicio de internet.
Semanalmente, la educadora recarga el internet de su dispositivo móvil para poder estar al día con los estudiantes; sin embargo, eso no ha sido motivo para dejar de lado la vocación de servicio que la motivó a realizar una licenciatura en educación.
Escolástico quien imparte docencia en el nivel primario, envía las asignaciones a los padres de los alumnos a través de WhatsApp, y les dice que vean la televisión para que continúen completando el libro de tareas.
Con solo una niña en el salón de clases, la profesora ya está preparada para una eventual asistencia masiva de estudiante, aunque no cuenta con televisión ni radio en el curso, la maestra ha comprado con sus recursos un ampliador de pantalla para utilizarlo en el celular, y así facilitar a los infantes la visualización de canciones y cuentos educativos.
En la Escuela Básica Juana Taveras, centro escogido por las autoridades para dar inicio al retorno a las aulas, ayer el equipo de apoyo se encontraba desinfectando las instalaciones para volver a retomar la docencia semipresencial hoy.
Con una matrícula de 1,300 estudiantes, y un 50 por ciento de alumnos convocados, en la Escuela Primaria Leonor M. Felts, la asistencia de alumnos también era mínima.
Inés Antonia Reyes, secretaria administrativa, informó que en cada inicio de año escolar presentan la misma situación, pero aseguró que el lunes habrá una gran concurrencia de estudiantes en el centro educativo.