Andrés García: la historia de película de este «sex simbol» latino empezó en tierras dominicanas

Espectaculos

BLURADIODIGITAL SANTIAGO RODRIGUEZ RD.- Andrés García tenía tres nacionalidades: española por sus padres, mexicana porque se identificó con ese país y allí vivió sus días de gloria, y dominicana por nacimiento. Sus orígenes dominicanos se fueron disipando en la bruma del tiempo, pero su historia empezó aquí.

Aunque a él quizás se le haya olvidado en vida, sus primeros años fueron en Santo Domingo. Su familia emigró a Santiago de Chile cuando él tenía tan solo 12 años, a causa de un conflicto con el embajador de España en este país caribeño en los tiempos de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1960).

Con una infancia feliz, antes de partir a Chile, García contó en vida que fue un niño muy travieso. Se escapaba a los campos de Santo Domingo en aquella época. «La policía me encontraba y andaba con los niños huérfanos comiendo ahí de las huertas de lo que encontraba”, relató en una entrevista hace tres años.

Ya siendo un adolescente, en Chile se encontró con una gran apertura sexual que lo hizo especializarse en “mujerología”.

Sin embargo, el “playboy del espectáculo” ya había tenido su primera experiencia sexual. Él mismo confeso que perdió la virginidad a los 10 años cuando aún vivía en República Dominicana.

Sus vivencias en Chile no duraron tanto porque tan solo cinco años después su padre, Andrés García Calle (“LaCalle”) quiso reunirse con la parte de su familia que estaba en México y así lo hicieron.

+ Rey de las peleas callejeras

En gran parte de sus 81 años de vida fue fanático de la adrenalina y las cosas peligrosas. Antes de ser actor protagonizó fue el rey de las peleas callejeras.

“Estuve en todas las cárceles de México antes de ser actor. Todas las delegaciones, todas las cárceles”, expresó hace cuatro años en una entrevista con el conductor Jorge «Burro» Van Rankin.

Tanto así que una ocasión tuvo problemas con su progenitor porque llegó a su casa con unos policías amarrados porque se había robado dos camionetas.

“Yo nunca me pegaba con uno o con dos, yo me peleaba con tres y con cuatro, Era muy bueno. Había otros mejores que yo pero yo siempre los reconocí… Los tigres reconocemos a otros tigres”, expresó en ese entonces, 2019.

Las peleas eran una constante en la vida del actor y le gustaban. Por eso, aunque sufrió las consecuencias con el problema que sufría en las vertebras gracias a las golpizas y a un intento de asesinato, no las dejó, convirtiéndose en luchador.

No obstante, muy pocas veces tuvo miedo. Una de ellas fue cuando le descubrieron el cáncer de próstata que, según él, se curó gracias a la uña de gato, una planta originaria de Perú. Sin embargo, “a los seis meses ya me estaba agarrando a balazos otra vez”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *