BLURADIODIGITAL SINGAPUR .- Singapur ocupa el primer puesto en el ranking de la prueba PISA realizada en 2022, el estudio a nivel mundial que mide el rendimiento académico en estudiantes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias.

Esto no es fortuito, pues en la medición de 2015, este país también obtuvo el primer lugar en la evaluación en la que los países de América Latina aparecen en la segunda mitad de la tabla.
Según los datos publicados para 2022, Singapur dedicó a educación un 11,91 % de su gasto público, equivalente a un 2.4 % del Producto Interno Bruto (PIB). Pero ¿por qué Singapur destaca en educación por encima de países que tienen incluso economías más sólidas? La respuesta está en su sistema educativo y que la educación se ve como un pilar esencial en el desarrollo del país.

Se prioriza la meritocracia y la competitividad; el objetivo es que los alumnos aprendan, no memoricen; se apuesta por un aprendizaje flexible y diverso; las escuelas tienen mucha independencia; las evaluaciones oficiales definen el camino educativo de cada alumno y los profesores son muy valorados y están muy preparados.
También, se evalúa e incentiva a los docentes, el bilingüismo es obligatorio y la formación profesional es muy importante.
Existen tres niveles básicos: Preescolar, Primaria y Secundaria. Los niños comienzan su etapa educativa a los 4 años cuando acceden a Preescolar; a los 6 años pasan a Primaria donde permanecen seis cursos. Cuando terminan este nivel se les aplica una prueba, conocida como «Primary School Leaving Examination» (PSLE), que es la que determina qué estudios seguirán después.
Los alumnos, en función de la nota que hayan obtenido en su PSLE, acceden a diferentes programas. Destacan, por ejemplo, los Integrated Programmes dirigidos a estudiantes que desean realizar estudios universitarios; o los Specialised Programmes, enfocados a aquellos que destacan en un área de conocimiento específica como artes o deportes
Un alumno de Primaria en Singapur acude al colegio cinco horas diarias; en Secundaria este número aumenta a seis. Lo importante, según se refleja en su sistema educativo, no es la cantidad de tiempo que los alumnos permanecen en el colegio, sino la calidad de la metodología. Así, se apuesta por métodos que invitan a la reflexión de los estudiantes y se evitan aquellos basados en la memorización.
Liderazgo asiático
Los resultados de PISA confirmaron que los países asiáticos se han convertido en potencias en materia educativa. Así seis de los primeros diez puestos fueron ocupados por países de esa región (Singapur, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Macao y Hong Kong).
El caso de Singapur es particular. Con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de US$ 72.794, de acuerdo con el Banco Mundial; y una población de poco menos de 6 millones de habitantes, la pequeña ciudad-estado es uno de los países más ricos del mundo.
Los datos anteriores podrían indicar que el poderío económico es requisito indispensable para tener un buen sistema educativo. Y aunque en el informe se admite que lo primero contribuye a lo segundo, también se deja en claro que los recursos económicos no son imprescindibles para tener una enseñanza de calidad.
El caso de Estonia, el cual ocupa la séptima posición en matemáticas, la sexta en ciencias y también la sexta en comprensión lectora (en ese caso tiene por delante a Irlanda), corrobora esta tesis.
Chile es líder de América Latina y el Caribe
En el ranking global de calidad educativa América Latina y el Caribe se ubican en la mitad inferior para la media en las tres en Matemática, Lectura y Ciencia.
Chile mantuvo sus resultados en Ciencias y volvió a bajar en Matemáticas y Lectura, lo que lo pone por debajo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, pero, al mismo tiempo, como el mejor latinoamericano.
En las tres pruebas el país logró obtener resultados significativamente más altos que sus pares de Latinoamérica, cuyos promedios fluctúan entre 373 y 400 en las tres áreas evaluadas.
En 2022 obtuvo 412 puntos en Matemáticas (descenso de 5 puntos), lo que lo pone arriba de México, Brasil, pero abajo de Canadá, Suiza o Japón, con 44 % de los estudiantes logrando al menos el nivel 2 de competencia, lejos del 69 % de OCDE; 448 en Lectura (baja de 4 puntos), lo que es mejor que México o Brasil, pero peor que Estados Unidos o Singapur y que implica que 66 % de los estudiantes chilenos alcanzaron el nivel 2, frente al 74 % de la OCDE; y 444 en Ciencias (similar al alcanzado en 2018).
En Chile, la educación está organizada en cuatro niveles: Educación Preescolar, Básica, Media y Superior, siendo las tres primeras obligatorias dentro del sistema educativo chileno. En total, son 13 años de educación garantizada para todos los estudiantes.
Para el 2022, Chile destinó 11,76 billones aproximadamente para educación, es decir, cerca de un 22,5% del total del presupuesto nacional.
¿Cómo funcionan las pruebas?
Casi 700 mil estudiantes participaron en la evaluación de 2022.
Durante años, Túnez fue el único país africano que participó. Pero ha estado ausente desde 2018.
La ciudad china de Shanghai participó en la evaluación por primera vez en 2009, seguida de Beijing, Jiangsu y Guangdong en 2015, y Zhejiang reemplazó a Guangdong en 2018.
La República Popular China tuvo el mejor desempeño en las tres categorías la última vez, pero no participó en la última ronda, pero si lo hicieron regiones administrativas especiales regidas por ella (Hong Kong y Macao).
Dos tercios de las preguntas de las pruebas son de opción múltiple y el restante son abiertas.
Sólo un pequeño número de alumnos de cada escuela responden al mismo conjunto de preguntas.
La razón de esto es que PISA quiere medir un conjunto completo de habilidades y destrezas, por lo que elabora más preguntas de las que un solo niño podría responder (alrededor de cuatro horas y media) y las distribuye entre diferentes exámenes. FUENTE EL UNIVERSAL/BR