BLURADIODIGITAL LA INDIA .- Mukesh Ambani, según Forbes, supera 120.000 millones de dólares en un país donde el 1% más rico posee más del 40% de la riqueza.
Las lluvias del monzón que lleva toda la semana empapando a Bombay no dieron tregua al comienzo de la boda del año que se está celebrando en la capital financiera de India. Pero la alfombra roja se desplegó de todos modos el viernes por la noche en el lujoso Centro de Convenciones Jio World. Por allí desfiló un variopinto grupo de estrellas internacionales invitadas, desde Kim Kardashian al ex primer ministro británico Tony Blair. Después de siete meses de aparatosas celebraciones que acapararon mucha atención mediática, Anant Ambani, el hijo pequeño del hombre más rico de Asia, se casó con Radhika Merchant, heredera de un imperio farmacéutico.
El Jio World, con capacidad para 16.000 personas, es propiedad del patriarca de la fiesta, el multimillonario Mukesh Ambani, presidente de la mayor corporación privada de la India, Reliance Industries. Ambani padre no ha escatimado en gastos para que la boda de su hijo sea un gran espectáculo mundial. El dinero no es problema para un magnate con una fortuna que, según Forbes, supera los 120.000 millones de dólares. La extrema ostentación de riqueza a la que acostumbra Ambani ha provocado una ola de fascinación pública, pero también ha desatado muchas críticas en India.
Apenas a cinco kilómetros del Jio World se encuentra Dharavi, el barrio marginal más grande de Asía, donde más de un millón de personas viven hacinadas en un área de 239 hectáreas. Es un laberinto de callejones estrechos, muchos de ellos inundados estos días por el paso del monzón, donde el agua potable llega a cuentagotas y los vecinos hacen largas colas para poder usar los baños comunitarios, uno por cada 1.500 residentes, porque en sus casas la mayoría no tienen.
El contraste entre la lujosa boda de los Ambani al lado de la pobreza extrema de Dharavi es la mejor fotografía para retratar las grandes desigualdades persistentes en una mega ciudad como Bombay, hogar de más de 20 millones de personas, que se ha convertido en la urbe asiática con el mayor número de multimillonarios. Muchos de ellos viven en lujosos rascacielos desde donde pueden contemplar algunos de los 2.000 barrios marginales donde vive el 45% de la población.
«Un gasto tan ostentoso es un pecado contra la madre tierra y los pobres», criticaba en redes sociales Thomas Isaac, un popular político del Partido Comunista de la región sureña de Kerala. Los medios locales han estimado que la familia Ambani se ha dejado desde principios de año más de 600 millones de dólares en todas las celebraciones en torno a la boda. Sólo en las nupcias de este fin de semana, la cifra alcanzaría los 150 millones.Un asombro derroche criticado por muchos indios, mientras que para otros representa un ejemplo de la actual historia de éxito económico del país más poblado del mundo, donde no paran de aparecer nuevos multimillonarios y el crecimiento del PIB está muy por encima del de la mayoría de los países occidentales.
Aunque a este último grupo, entre los que se encuentran muchos analistas indios que han inundado los medios con columnas elogiando la ostentación de los Ambani, se les olvida recordar que en India el 1% más rico posee más del 40% de la riqueza.
La boda de Anant y Radhika, ambos de 29 años, se prolongará hasta el próximo lunes. El aperitivo del viernes en el Jio World fue un desfile de celebrities y personalidades políticas vestidas con trajes tradicionales -saris, lehengas y kurtas- que posaron delante de los fotógrafos.
Aunque los Ambani han tratado de mantener en secreto todo lo relacionado con la ceremonia, en Bombay se rumorea que este sábado actuarán delante de los novios y de sus invitados la cantante británica Adele y el rapero canadiense Drake actuarán
.Además de una gran cantidad de estrellas de Bollywood, al enlace ha asistido el ex boxeador Mike Tyson, el luchador John Cena, otro ex premier británico, Boris Johnson, y el cantante Nick Jonas con su mujer, la popular actriz india Priyanka Chopra. Y no hay que olvidar a la élite política y empresarial de India, empezando por el primer ministro Narendra Modi, muy cercano siempre a la familia Ambani.
