BLURADIODIGTAL FRANCIA .- Una empresa de telecomunicaciones estadounidense retiró su campaña publicitaria de los Juegos Olímpicos tras la polémica desatada por una aparente parodia de la Última Cena, protagonizada por un grupo de ‘drag queens’, durante la ceremonia de apertura en París.

En una publicación en X este sábado, la empresa C Spire, con sede en el estado de Misisipi, anunció que cortaba sus lazos con los Juegos. «Nos conmocionó la burla de la Última Cena durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París. C Spire retirará su publicidad de las Olimpiadas», indicaron.

Posteriormente, la directora general de la empresa, Suzy Hays, afirmó en un comunicado que aunque la compañía apoya a los atletas que han trabajado tan duro para formar parte de los Juegos, «no formaremos parte de la ofensiva e inaceptable burla de la Última Cena».
Muchas de las escenas presentadas durante el espectáculo han suscitado fuertes reacciones en las redes sociales. La Última Cena, la comida final de Jesús antes de su crucifixión, según los relatos evangélicos, fue escenificada con personajes ‘drag queens’ en el papel de los apóstoles. En la polémica actuación, una DJ hizo las veces de Jesús.

El director artístico de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, Thomas Joll, dice que “la idea era más bien hacer un gran festival pagano conectado con los dioses del Olimpo… Olympus… Olimpismo
El director artístico de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, Thomas Jolly, negó este domingo haberse burlado de la última cena de los evangelios en uno de los momentos del espectáculo, criticado por la extrema derecha y el episcopado católico.
“Nunca encontrará por mi parte ningún deseo de burlarme, de denigrar nada. Quise hacer una ceremonia que reparara, que reconciliara. También que reafirmara los valores de nuestra República”, dijo a la cadena de televisión BFMTV
El espectáculo de París ha creado gran revuelo, especialmente entre los conservadores estadounidenses. Precisamente el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó la presentación de «chocante e insultante para los cristianos de todo el mundo», y aseguró que «la guerra contra la fe y los valores tradicionales no tiene límites hoy en día».