¿Quién ganó el debate? Kamala Harris golpeó a Trump de un modo al que no está acostumbrado

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BLURADIODIGITAL FILADELFIA EEUU.- Apenas terminar el debate, Harris dijo estar lista para un próximo encuentro en una señal que puede ser de confianza o de insatisfacción con lo logrado. Trump aseguró que tuvo “un gran debate”, aunque lo hizo desde un lugar que hace pensar a algunos que el expresidente no siente que le haya salido todo tan bien.Donald Trump aseguró que «ganó», que tuvo “un gran debate” tras su primer encuentro con Kamala Harris. Pero para muchos el problema es que lo hizo en el ‘spin room’ del debate en el Centro Nacional por la Constitución de Filadelfia.

“Pero si salió tan bien, ¿qué hace usted aquí?”, era una de las preguntas que le gritaban los periodistas sorprendidos por su presencia en el salón, donde suelen presentarse los representantes del candidato —nunca él mismo—, quien, de hecho, ya había tenido hora y media para presentar sus ideas y propuestas políticas.

Y es una pregunta pertinente. Alguien podría decir que Trump se vio necesitado de salir al spin room para decir lo que no logró decir en el debate o por la necesidad de corregir cosas que haya considerado que no lo dejaron bien parado ante la audiencia.

Aunque también podría ser “Trump siendo Trump”, haciendo aquello que nunca se hace en la política estadounidense y que le ha ganado fama y seguidores, así como buenos resultados, a juzgar por la legión de fervientes seguidores que sigue teniendo.

Sin embargo, no parece haber sido «el mejor debate» que ha hecho, según dijo Trump a los periodistas, a juzgar porque lució cansado, molesto y hasta incongruente o disperso por momentos, mientras la vicepresidenta Kamala Harris lucía en control de la escena. Por momentos, estuvo a la defensiva, un papel que no suele jugar.

Eso no significa que la una «ganó» o que el otro «perdió» el encuentro, que es la pregunta inmediata que surge cuando terminan estos careos.Ok, pero, ¿quién ganó el debate?

La campaña demócrata puede estar aliviada. El resultado del debate muestra cuánto ha cambiado la carrera hacia la Casa Blanca desde que Harris entró en la competencia en sustitución del presidente Joe Biden.

Este debate sirvió para borrar la mala impresión que dejo el desastroso desempeño del presidente en aquel encuentro con Trump y mostrar una nominada en pleno control, que en más de una ocasión logró sacar de sus zonas de confort al expresidente Trump.

Ya desde el inicio, con el apretón de manos que Harris, tomando el control de la escena, forzó a Trump a estrecharle la mano, una cortesía que el expresidente no había tenido con sus contrincantes. Y quedó claro que la estrategia de la vicepresidenta iba a ser agresiva.

Ninguno de los dos candidatos fue muy detallista sobre políticas a adoptar y se refugiaron en las generalidades típicas de estos intercambios, pero Harris logró proyectar un mayor foco en sus planteamientos, mientras que Trump lució por momentos caótico, inconexo en algunas de sus intervenciones y con propensión a declaraciones altisonantes abiertamente falsas.Es recurrente que el expresidente haga afirmaciones falsas para subrayar sus puntos. Al hablar de inmigración recurrió a la criminalización de los que llegan y hasta habló de una infundada versión de que están «secuestrando y comiendo» mascotas en ciudades de Ohio, así como otra falsedad de que bandas criminales de indocumentados están ocupando edificios en Colorado.

Esas fueron dos de las ocho falsedades que dijo Trump solo en su primera respuesta de dos minutos. Harris también dijo las suyas, aunque en mucho menor número. Algunas de las cosas que se dijeron la noche del debate las verificamos aquí en este enlace de elDetector de Univision Noticias.

Los malabarismos de Kamala Harris para no responder

La primera pregunta dirigida a Harris fue sobre economía, el flanco débil de la demócrata que los republicanos quieren explotar. De hecho, el moderador, David Muir, tomó una frase que usa Trump en sus eventos para preguntarle a la vicepresidenta si “¿cree que los estadounidenses están mejor que hace cuatro años?”.

La vicepresidenta no respondió directamente y empezó a explicar su idea de incentivar a la clase media, las pequeñas empresas y terminó fustigando lo que asegura que es el plan de Trump de imponer un impuesto a las ventas del 20% ( en realidad ese es el monto de los aranceles que propone el expresidente para las importaciones, que tendrían un impacto en los precios al consumidor final).

Trump intentó desde el principio en meter el tema de inmigración en todo el debate, incluso cuando en apariencia no tenían la más mínima relación. Como se esperaba, llamó a Harris “zarina de la frontera” una posición que nunca le otorgó el presidente Biden, pero que es una ficción con las que los republicanos buscan atarla a lo que describen como el caso fronterizo.

Harris, como en todos los demás intentos de Trump de ligarla a la impopularidad de Biden, no mordió el anzuelo. Y si bien no denunció las políticas de la Casa Blanca (a la que ella pertenece) tampoco salió en su defensa, intentando vender la idea de que ella buscar “pasar la página” y abrir “un nuevo camino hacia adelante”.

Las trampas en las que cayó Trump

En cambio, Trump sí cayó en algunas trampas que le tendió la vicepresidenta al atacarlo en su ego, como al cuestionar el tamaño de las multitudes que van a sus eventos de campaña o decir que “los líderes mundiales se ríen” de él.

Para rebatir ese último punto, Trump se refirió a Vicktor Orban, el primer ministro de Hungría, como “uno de los hombres más respetados”, aunque a Orban se le achaca el progresivo desmantelamiento de la democracia húngara y la consolidación de los poderes en la presidencia. Al final de esa argumentación, Trump aseguró que el presidente Biden “la odia” porque le arrebató la candidatura demócrata.

Hubo varios momentos de indisciplina de parte de Trump, quien lució con el rostro adusto durante todo el programa, con el ceño fruncido de manera que demostraba molestia.

Y así como en el debate pasado las incongruencias de Biden dominaron la conversación, en este caso fue el republicano el que pareció estar cansado y, por momentos, desenfocado. El expediente de la edad quedó del lado de Trump.

El veredicto de Taylor Swift sobre el debate

En el otro podio, Harris miraba con atención a su oponente, hacía gestos de desacuerdo con cosas que él decía y hasta se reía en otros puntos. Sin embargo, las risas de Harris son algo que muchos conservadores encuentran desagradable y hasta lo han convertido en un arma en su contra.

Al final, salvo la declaración que hizo a sus casi 300 millones de seguidores en Instagram la famosa cantante Taylor Swift, es posible que el debate no haya contribuido a mover posiciones.

«Como muchos de ustedes, vi el debate esta noche. Si aún no lo han hecho, ahora es un buen momento para investigar sobre los temas en cuestión y las posturas que estos candidatos tienen sobre los temas que más les importan. Como votante, me aseguro de ver y leer todo lo que pueda sobre las políticas y planes que proponen para este país», explicó Swift.

La cantante firmó el mensaje “Taylor Swift, señora de los gatos sin hijos”, en referencia a los comentarios que hizo alguna vez el hoy senador por Ohio y candidato a vicepresidente en la fórmula republicana, JD Vance, cuando cuestionaba a quienes consideraba que eran muchas de las mujeres liberales que estaban moldeando decisiones políticas dentro del Partido Demócrata.

Pero Taylor Swift aparte, Trump puede contar con su núcleo duro, para el que él simplemente no puede hacerlo mal nunca, y Harris le habrá dado a los demócratas razones para pensar que sustituir a Biden fue la mejor cosa que pudieron hacer para intentar mantener la Casa Blanca.

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