BLURADIODIGITAL SANTIAGO RODRIGUEZ RD.- La veneración a la Virgen de las Mercedes es para muchos feligreses más que una devoción; es un estilo de vida. Esta es considerada la patrona espiritual de la República Dominicana, y cada 24 de septiembre los católicos conmemoran y celebran este día con fervor.
Son muchas las personas devotas que, a través de su estilo de vida, muestran testimonios de fe y agradecimiento por las bendiciones que han recibido que le atribuyen a su intercesión. Estas veneraciones han surgido, en muchos casos, por favores que entienden les han sido concedidos, como la salud propia o de algún pariente, empleos, ayuda para sostener a la familia y orientación para cambiar sus vidas.
Sonia Reyes Liriano, una devota, le ha entregado su vida plenamente, desde hace aproximadamente 15 años. Cada sábado, desde temprano, decora su casa y su altar en la iglesia, sin retirarse hasta concluir su labor.
Visita la iglesia varias veces a la semana para rezar el Rosario, y también lo hace en su casa. «Mi padre fue un hombre muy religioso, quien me inculcó la fe católica desde pequeña. Con su ejemplo de amor al prójimo y servicio a la comunidad, mi devoción por la Virgen de las Mercedes se ha fortalecido», dice.
La devoción a la Virgen de las Mercedes -que es una advocación de la Virgen María- tiene profundas raíces históricas y culturales en el país, remontándose a la época de la colonización española. Se le considera la protectora del pueblo dominicano y se le asocia con la paz, la justicia y la libertad.
Su festividad es un día feriado nacional. Cada 24 de septiembre, miles de feligreses participan en procesiones y actividades religiosas, especialmente en el Santo Cerro en La Vega, un lugar sagrado vinculado con la aparición de la Virgen en tiempos de la resistencia indígena contra la colonización. Según la tradición, la Virgen se apareció en ese cerro y ayudó a los colonizadores a ganar una batalla clave.
La Virgen de las Mercedes también es invocada por los dominicanos en situaciones de conflicto o necesidad, siendo un símbolo de esperanza y protección divina para el país. Su importancia espiritual y social en la República Dominicana es tal que su imagen se encuentra en muchos hogares, iglesias y monumentos del país.
La virgen de las Mercedes es la patrona de Santiago Rodríguez y miles de católicos hoy le veneran con cánticos y celebraciones religiosas en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes enclavada en el sector Villa Polín de Sabaneta , Santiago Rodríguez .
El cura Elvis Gonzales, al hablar en exclusiva en el programa Hora Cero que se difunde por nuestra poderosa plataforma Bluradiodigital , señaló de la importancia de este día para los Católicos, que este año debido a la cantidad de personas que van a la parroquia a venerar la madre del pueblo Dominicano , se han visto en la necesidad de realizar tres celebraciones el mismo día , siendo el principal a las 10.00 am con la presencia del obispo de la diócesis monseñor Diomedes Espinal .
Vida y obra
La historia de la Virgen de la Merced se remonta al 1 de agosto de 1218, cuando María, bajo esa denominación, se apareció a 3 figuras clave en Barcelona: Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced; Jaime I de Aragón, conocido como el Conquistador, y Raimundo de Peñafort, fraile dominico y confesor de Nolasco.Según la tradición, 10 días después, los 3 se reunieron en la catedral de Barcelona y compartieron haber tenido la misma visión, en la cual la Virgen les pedía que crearan una orden religiosa dedicada a la liberación de cautivos. Así nació la Orden de la Merced.
La devoción por la Virgen de la Merced se extendió rápidamente por Cataluña, y de allí a España, Francia e Italia en el siglo XIII, gracias a las labores de los mercedarios en la liberación de prisioneros. Cuando comenzó la evangelización de América, la orden también estuvo presente y logró consolidar la devoción en tierras americanas, especialmente en la isla Española.
En 1527, fray Francisco de Bobadilla y otros 12 mercedarios llegaron a Santo Domingo, donde se establecieron en el Santo Cerro, Santiago y Azua. Allí construyeron monasterios que contribuyeron a afianzar la veneración a la Virgen de las Mercedes en la isla. Sin embargo, los primeros años del siglo XVII trajeron tragedias. El 8 de septiembre de 1615, un fuerte terremoto sacudió Santo Domingo, causando la muerte de 24 personas y prolongándose con réplicas durante más de 40 días. Durante ese tiempo, los habitantes buscaron refugio en el convento de la Merced, rezando por protección. Según la tradición, la imagen de la Virgen en el convento mostraba expresiones de tristeza y alegría, lo que muchos interpretaron como un llamado a la penitencia y se atribuyó a estas manifestaciones la suspensión del terremoto.