COMBINACIONES DE VACUNAS QUE PROVOCAN RESPUESTA CONTRA EL COVID

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BLURADIODIGITAL. INGLATERRA. En el estudio de comparación de las siete marcas de vacunas diferentes, los investigadores británicos descubrieron que la mayoría provocaban una fuerte respuesta inmunitaria cuando se aplicaban como terceras dosis. Entre ellas, las inyecciones de vacuna de ARN mensajero de Moderna y Pfizer-BioNTech fueron las que provocaban las mayores respuestas.

Se trató de un ensayo en Fase II que analizó la seguridad y eficacia de siete vacunas administradas después de dos dosis iniciales de la vacuna de Oxford-AstraZeneca o de Pfizer-BioNTech. Las vacunas incluidas en el estudio fueron las producidas por Oxford-AstraZeneca, Pfizer-BioNTech, Novavax, Johnson & Johnson, Moderna, Valneva y

Los funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, preocupados por los informes preliminares sobre Ómicron, dijeron el lunes que todos los adultos deberían recibir la dosis de refuerzo. El primer caso confirmado de infección con esa variante fue registrado el miércoles en San Francisco, en una persona que regresó de un viaje a Sudáfrica el 22 de noviembre. La persona, quien presentó síntomas leves y se dijo que estaba mejorando, tenía el esquema completo de vacunación, pero no había recibido una dosis de refuerzo.

En el estudio participaron 2.878 adultos mayores de 30 años, y concluyó que ninguna de las siete vacunas tuvo problemas de seguridad cuando se la usó como dosis de refuerzo. La fatiga, los dolores de cabeza y el dolor en el lugar de la inyección fueron los efectos secundarios más comunes, y se registraron sobre todo en personas jóvenes. Un total de 912 participantes experimentaron efectos adversos a causa de la vacuna de refuerzo, de los cuales 24 fueron graves durante el estudio.

El profesor Saul Faust, líder del ensayo y director del Centro de Investigación Clínica NIHR del Hospital Universitario Southampton, en el Reino Unido, dijo: “Nuestros datos sobre los efectos secundarios muestran que las siete vacunas son seguras para su uso como tercera dosis, con niveles aceptables de reactogenicidad, es decir, efectos secundarios inflamatorios como dolor en el lugar de la inyección, dolor muscular y fatiga”.

Además, agregó: “Las siete aumentaron significativamente los niveles de anticuerpos contra la proteína de la Espiga después de dos dosis de AstraZeneca. Sin embargo, sólo seis lo hicieron también tras dos dosis de Pfizer-BioNTech (AstraZeneca, Pfizer-BioNTech, Moderna, Novavax, Janssen y CureVac). También hubo grandes variaciones en la respuesta con diferentes refuerzos”.

Tras el análisis de los resultados, el doctor Faust comentó también: “Es realmente alentador que una amplia gama de vacunas, que utilizan diferentes tecnologías, muestren beneficios como dosis de refuerzo de cualquiera de estas vacunas. Esto da confianza y flexibilidad en el desarrollo de programas de refuerzo aquí y en todo el mundo, con otros factores como la cadena de suministro y la logística también en juego”.

Los participantes gozaban de “buena salud”, según los autores del estudio, y fueron reclutados en 18 localidades diferentes del Reino Unido. Alrededor de la mitad había recibido dos dosis de la vacuna de Oxford-AstraZeneca, mientras que la cohorte restante había sido vacunada con la vacuna de Pfizer-BioNTech. Alrededor de la mitad de los participantes en el estudio eran mayores de 70 años. Algunos individuos fueron incluidos en un grupo de control y se les administró una vacuna antimeningocócica como placebo.

Cuatro semanas después de la administración de los refuerzos, los investigadores midieron los niveles de anticuerpos de los participantes dirigidos a la proteína de Espiga del coronavirus. La proteína Espiga es una parte clave de la estructura del coronavirus que le permite entrar en las células humanas. También se controló la respuesta de las células T, que desempeña un papel fundamental en la lucha contra las infecciones virales y puede influir en la gravedad de Covid-19. Estos resultados se midieron con las variantes de preocupación Alfa, Beta y Delta, así como con la cepa original que apareció por primera vez en China.

Según el estudio, las siete vacunas aumentaron la inmunidad cuando se administraron entre 10 y 12 semanas como dosis de refuerzo, después de las dos dosis de la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Todas las vacunas, excepto la de Valneva, reforzaron la inmunidad en los participantes cuyas dos dosis iniciales fueron de la vacuna de Pfizer-BioNTech, según el estudio.

En los participantes que habían recibido inicialmente dos dosis de la vacuna Oxford-AstraZeneca, los niveles de anticuerpos contra la proteína de la Espiga eran entre 1,8 veces más altos (después de Valneva) y 32,3 veces más altos (después de Moderna) 28 días después de su tercera inyección, dependiendo de la vacuna de refuerzo utilizada. En aquellos cuyas dos primeras dosis fueron de Pfizer-BioNTech, el aumento de los niveles de anticuerpos tras los refuerzos osciló entre 1,3 veces más (tras Valneva) y 11,5 veces más (tras Moderna).

“Estos datos son bienvenidos por los responsables políticos”, afirmó Merryn Voysey, estadística de la Universidad de Oxford que no participó en el estudio. “El mensaje más significativo que nos llevamos a casa es que hay un gran número de excelentes opciones de refuerzo para las terceras dosis”, resaltó.

Los autores del estudio aclararon que no habían investigado la eficacia de las distintas combinaciones de refuerzos en cuanto a la prevención de la transmisión, la hospitalización y la muerte por Covid-19. Añadieron que se desconocía la relación entre los niveles de anticuerpos a las cuatro semanas de un refuerzo y la inmunidad a largo plazo.

Otras limitaciones del trabajo fueron el rango de edad de los participantes, el hecho de que la mayoría de los que tomaron parte en la investigación eran de etnia blanca y el breve lapso de tiempo entre las dosis, que según los autores del informe podría mellar las respuestas inmunitarias. Por eso, el equipo de investigación está estudiando ahora los efectos de los refuerzos siete u ocho meses después de las dosis iniciales, y los resultados se esperan para 2022.

El doctor Faust además comentó que se están llevando adelante otros trabajos que “generarán datos a los tres meses y al año de haber recibido los refuerzos, lo que permitirá conocer su impacto en la protección a largo plazo y la memoria inmunológica”.

Las terceras dosis ya se están aplicando en 58 países. Israel y Chile ya aplicaron la tercera dosis en el 45% de su población general. Islandia (40%), Uruguay (38%), Emiratos Árabes (30%), Reino Unido (27%) y Hungría (26%) son los países que también han aplicado más terceras dosis. En el caso de Argentina, la aplicación de la tercera dosis, como adicional o como refuerzo, empezó en noviembre y alcanzó hasta el momento al 4,7% de la población general.

FUENTE INFOBAE / PUBLICADO POR DANNY GOMEZ

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